La proximidad de las comarcas con respecto al aeropuerto de Lavacolla hace frecuente el zumbido de los aviones comerciales para los vecinos de la zona. Es tan común que muchos son capaces de adivinar a dónde se dirigen solo con la dirección que toman al cruzar sus jardines a kilómetros de distancia. Lo que no es tan normal es avistar cazas rondando por aquí. El impresionante rugido de cuatro aviones Eurofighter del Ejército del Aire sorprendió a muchos vecinos de la comarca dezana, especialmente en puntos de Silleda, Vila de Cruces y Lalín.
Si el rugido de un avión cuando vuela bajo ya impone, imaginen el de estos cazas. Si bien en Lalín el estruendo fue aplacado por el barullo habitual del casco urbano, en las áreas rurales el susto fue morrocotudo. Testigos de las maniobras que el ejército realizó con el aeródromo militar de Santiago de Compostela como base destacan su sonido «grave e intenso», como apunta el vecino de Vila de Cruces, José Ramón Moire.
No fueron pocos los que salieron al balcón o al jardín para tratar de averiguar de dónde provenía el estruendo que duró unos cinco minutos. A buen seguro muchos se llevaron un susto importante, más si cabe con los tambores de guerra que resuenan en no pocas áreas del globo.
De momento no son más que prácticas habituales que realiza el Ejército del Aire, en este caso de un grupo de aeronaves procedentes de Albacete que tomaron la capital gallega como base para sus maniobras reglamentarias.