Volver a empezar

Nona Inés Vilariño

FERROL

29 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Volver a empezar tras un fracaso es el mejor recurso, si afecta a un país hasta el punto de poner en peligro valores que amenazan la convivencia. Uno de los problemas del fracaso es que, en política, sus responsables eluden la responsabilidad, que siempre derivan a otros. En mi vida pública conocí de cerca el éxito, pero, también el fracaso. Y al conocerlos aprendí que la soberbia es la madre del narcisismo que envilece al ser humano y lo aleja de asumir sus errores o el fracaso de soluciones buscadas solo desde la aritmética política o económica (léase cuotas de poder) que suelen confundir la resta con la suma e identificar al adversario con el enemigo. Y debería analizarse, con perspectiva histórica, qué ocurre en España, en riesgo de partirse en dos frentes, cuando hace casi cincuenta años los españoles apostamos por la democracia, desde la reconciliación y la concordia, incompatibles con el frentismo y la soberbia de creerse con derecho a callar a los discrepantes. Y, si el narcisismo impide reconocer el fracaso, falsea la realidad. Y, son palabras de A. Machado «Caminante no hay camino, se hace camino al andar». La democracia lo confirma. Porque es frágil y se consolida paso a paso. Negarlo es creer que la democracia soy yo y los míos ¡Cuidado!... La historia está llena de iluminados que la matan en su nombre (el de la democracia). España vive una crisis de las instituciones y de la convivencia. Y debe iniciar ya un proceso de reformas urgentes, incluso algunos cambios constitucionales, imposibles de abordar sin volver a la senda del acuerdo entre quienes suman y pactan con lealtad, en interés de España, de todos los españoles.