¿Se puede subir a un avión en Copenhague y aterrizar en Los Ángeles sin tarjeta de embarque y sin pasaporte? Un ciudadano ruso-israelí lo hizo

J. Gómez Peña MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

LUCY NICHOLSON

El vuelo de un polizón desde Dinamarca a los EE.UU. cuestiona el sistema de seguridad internacional

13 dic 2023 . Actualizado a las 16:35 h.

¿Se puede subir a un avión en Copenhague, capital de Dinamarca, y aterrizar en Los Ángeles sin tarjeta de embarque y sin pasaporte? Sergey Vladimirovich Ochigava, ciudadano ruso-israelí de 46 años, lo hizo el pasado 4 de noviembre. Y lo pasó bien durante el vuelo transoceánico: comió varias veces, charló animadamente con otros pasajeros y hasta trató de birlarle algo de chocolate a la tripulación. En el aeropuerto estadounidense fue retenido. Los funcionarios no se explicaban cómo había podido viajar. Al polizón le espera un juicio a finales de este mes mientras todo el sistema de seguridad en vuelos internacionales queda en cuestión. Si Sergey lo hizo... El FBI investiga el caso. «He oído hablar de personas que se ocultan en aviones, pero esto es otro nivel», reconoció Mark Gerchick, especialista de la Administración Federal de Aviación.

Tras ser detenido, el viajero fue interrogado. En vano. Sergey Vladimirovich Ochigava no recordaba nada. Dijo que llevaba tres días sin dormir y que no se explica ni cómo llegó a Copenhague ni cómo acabó en Estados Unidos. Y como dato añadió que tenía un doctorado en economía y márketing, y que durante un tiempo había trabajado en Rusia. Su amnesia, real o simulada, no le permitía ir más allá. Los investigadores recurrieron a los vídeos de los aeropuertos, al registro de sus pertenencias y al testimonio de los pasajeros de su vuelo, el SKK 931 de Scandinavian Airlines.

La agente del FBI Caroline Walling describe así, como recoge la prensa estadounidense, el apacible comportamiento del polizón durante el viaje: «Deambulaba por el pasillo central y cambiaba continuamente de asiento. Pidió dos menús durante cada turno de comida y hasta trató de coger el chocolate de un miembro de la tripulación de cabina». Nadie sospechó de él pese a que durante un tiempo ocupó una butaca que no correspondía a ningún viajero. Al parecer, cuando se hizo el recuento de pasajeros se miró solo si el peso total estaba equilibrado dentro de la aeronave.

A la espera de juicio

Ya en Los Ángeles y bien alimentado, se puso en la cola del control de pasajeros. Saltaron las alarmas. El funcionario no podía creerlo. El tal Sergey, de doble nacionalidad rusa e israelí, no tenía billete. Dijo que había perdido el pasaporte en el mismo avión. Nadie lo encontró. El servicio fronterizo comprobó que su nombre no figuraba en las listas ni de ese vuelo ni de ningún otro. Los investigadores, con permiso del polizón, buscaron datos y fotografías en su teléfono móvil. Había una captura de imagen de un albergue en Kiel, Alemania.

Ahí se acaba su rastro. El FBI mantiene abierta la investigación. El sistema ha fallado. ¿Y si hubiera sido un terrorista suicida? «Nos tomamos el asunto muy en serio y se incluirá en el trabajo que hacemos sin pausa para ajustar y endurecer nuestras directrices de cara a mejorar la seguridad», recalcó Walling. Sergey Vladimirovich Ochigava permanece bajo custodia federal en Los Ángeles a la espera de juicio, el 26 de diciembre. Al acto previo no pudo acudir porque estaba hospitalizado.