Costa y Rebelo de Sousa constatan en su adiós sus ocho años de colaboración

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / E. LA VOZ

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El primer ministro saliente de Portugal, António Costa, ha agradecido este lunes al presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, su «solidaridad institucional», después que haya estado presente en el ultimo consejo de ministros del Gobierno socialist
El primer ministro saliente de Portugal, António Costa, ha agradecido este lunes al presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, su «solidaridad institucional», después que haya estado presente en el ultimo consejo de ministros del Gobierno socialist TIAGO PETINGA | EFE

El presidente fue invitado al último Consejo de Ministros, previo al inicio de una nueva legislatura en Portugal

26 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno del primer ministro portugués saliente, António Costa, celebró este lunes su último Consejo de Ministros, en un encuentro cargado de simbolismo y solo un día antes de la primera sesión de la nueva legislatura salida de las elecciones del 10M, que se celebra este martes en la Asamblea de la República. La reunión estuvo encabezada por el presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, invitado por el propio Costa. Hacía tres años que el jefe de Estado no participaba en un encuentro de este tipo y su regreso cierra cualquier fisura que pudiera haber entre la Presidencia y el Ejecutivo.

Costa y Rebelo de Sousa comparecieron juntos y sonrientes para mostrar una cordialidad que solo, y sutilmente, se vio empañada en los momentos de mayor tensión a lo largo del último año, especialmente tras la dimisión de Costa tras verse involucrado en un caso de corrupción. En los últimos meses, ambos líderes, que pertenecen a formaciones políticas enfrentadas, han reconocido sus «divergencias», pero también su respectivo trabajo. «Ocho años de cooperación y solidaridad institucional (...). Difícilmente será posible encontrar otro período» con una relación tan «fluida, cooperativa y solidaria», evaluó António Costa.

«La solidaridad institucional se transformó en solidaridad nacional», resolvió Rebelo de Sousa, que obvió las muchas críticas que vertió al Gobierno, si bien es cierto que la agenda del día pareció hecha a medida de las recriminaciones que el presidente había expuesto: se aprobaron avances para las personas en exclusión social y para mejorar la lucha contra incendios, y se hizo un balance de la implementación de fondos comunitarios y se agilizaron los últimos pagos.

Una tradición

Esta invitación es ya una tradición que el propio Costa comenzó en el 2016, cuando Aníbal Cavaco Silva dejó la presidencia. «Se trata, más que de un gesto de cortesía, de enfatizar la importancia de la cooperación y la solidaridad institucional entre el Gobierno y otros órganos de soberanía», explicó el todavía primer ministro.

Rebelo de Sousa dejó abierta la puerta a nuevos encuentros: «Es la última vez que nos encontramos en el ejercicio de estas funciones», pero «no quiere decir que sea la última vez que nos encontramos en estas encrucijadas al servicio de Portugal».

La despedida también estuvo por cifras históricas: unas horas antes del encuentro, el Instituto Nacional de Estadística anunció que el año pasado se cerró por primera vez en cincuenta años con superávit. La situación macroeconómica fue una de las grandes prioridades en los últimos ocho años, hasta lograr reducir la deuda pública por debajo del 100 % del PIB.

El ministro de Finanzas en funciones, Fernando Medina, valoró que «es fundamental que Portugal mantenga políticas que aseguren el equilibrio presupuestario y la reducción de la deuda pública. Solo ese camino nos permitirá apoyar a las familias y la economía en momentos de crisis y preservar y continuar reforzando la credibilidad externa del país». Reconoce así su propio trabajo, pero también advierte sobre los gastos que el Gobierno entrante se dispone a realizar en bajadas de impuestos y mejoras a sectores públicos.