Stormy Daniels desvela en el juicio intimidades de su aventura con Trump

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Trump, a su llegada al juicio penal por comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels.
Trump, a su llegada al juicio penal por comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels. David Dee Delgado | REUTERS

Desde que la recibió en la habiación del hotel con un pijama de satén y que no usaron preservativo

08 may 2024 . Actualizado a las 09:26 h.

Donald Trump y la actriz porno Stormy Daniels se volvieron a ver las caras este martes. Su testimonio en el juicio contra el expresidente por ocultar el soborno que recibió por no divulgar la relación entre ambos, no defraudó. Ante el juez y la atenta mirada del magnate, describió con todo detalle cómo fue la presunta aventura amorosa del 2006 que Trump siempre ha negado.

Antes de que Stephanie Clifford, el nombre real de Stormy, subiera al estrado, Sally Franklin, empleada de la editorial Penguin Random House, leyó varios fragmentos de los libros escritos por el candidato republicano a la Casa Blanca. En ellos, Trump se presenta como una persona frugal y obsesionada con controlar hasta «el último centavo» de sus finanzas. Unas cualidades que, según la fiscalía, casarían mal con la idea de que Trump estaba al tanto del pago de 130.000 dólares (120.872 euros) a la actriz porno efectuado por su entonces abogado, Michael Cohen.

Una vez en el estrado, Stormy Daniels describió durante más de dos horas su encuentro sexual con Trump con todo lujo de detalles y, a instancias de la fiscalía, ahondó en las circunstancias previas y posteriores a una cita que la campaña del republicano quiso acallar con un soborno y evitar daños a la reputación y a sus posibilidades de ganar las presidenciales del 2016. Detalles como que el magnate la recibió en una habitación de hotel vestido con «un pijama de satén», que ella le dijo que se cambiase, y que no usaron preservativo. También que el guardaespaldas de Trump se mantuvo en la puerta de la habitación durante todo el encuentro.

Según Daniels, hablaron de diversos temas, en las que Trump le confesó que no dormía en la misma habitación que su esposa, Melania o de la posibilidad de que saliese en su programa El Aprendiz. Tal fue el volumen de detalles íntimos ofrecidos por Daniels que el juez Juan Merchán terminó pidiendo contención a la fiscalía dado que, según su criterio, «al jurado tampoco le hace falta saber el color del suelo de la habitación del hotel» en la que se produjo el encuentro. 

De boca de Daniels, el jurado supo que tras la relación sexual entre ambos, Trump la llamaba por teléfono semanalmente. «Nos parecía divertido», dijo, aclarando que solía activar el altavoz de su teléfono y que «docenas y docenas de personas» habrían escuchado de primera mano las conversaciones entre ambos. Unas llamadas en las que Trump siempre tenía novedades sobre su posible aparición en el programa que protagonizaba entonces. Según Daniels, su presencia nunca se concretó, lo que habría acabado con las comunicaciones entre ambos.

La actriz de cine para adultos afirmó también que en torno a cinco años después de su encuentro con Trump, un hombre la abordó en un párking cuando estaba en compañía de su hija. Según su declaración, el desconocido la habría amenazado y dicho que dejase de hablar de su relación con el magnate. Una información que ella, por miedo a las represalias, no habría compartido con la policía.