La Fiscalía pide 43 euros de indemnización por la agresión sexual de un cura

Doménico Chiappe MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Iglesia de Santiago de Béjar (Salamanca) donde era párroco el sacerdote acusado
Iglesia de Santiago de Béjar (Salamanca) donde era párroco el sacerdote acusado Wikipedia

El párroco de Béjar, un pueblo de Salamanca, está acusado de realizarle tocamientos a un sobrino de otro sacerdote

07 may 2024 . Actualizado a las 19:24 h.

El párroco de Santa María de Béjar invitó a comer a un joven de 25 años, al tío del chico que también es sacerdote y a otra persona, en el verano del año pasado. El religioso, de 60 años que responde a las iniciales F. P. L., comenzó a enlazar sus piernas con las de su joven invitado por debajo de la mesa. Era el preludio de lo que le lleva ahora al juicio oral, casi un año después.

A eso de las cinco de la tarde de aquel día, el otro religioso se fue a dormir la siesta y F. les llevó a la iglesia. Un breve tour que acabó con el cura y el joven a solas en la sacristía. Dice la denuncia que el hombre cogía la mano del chico, le daba abrazos y le tocaba la espalda. Hasta que el párroco insistió en que probara su sotana, a ver qué tal le quedaba. Aprovechó la excusa de vestirle y «con ánimo libidinoso» le palpó las nalgas y el interior de las piernas.

Ahora se juzga el caso en Salamanca y la Fiscalía solicita una indemnización de 43 euros para el joven. No falta ningún cero. No son 430 ni 4.300. Los 43 euros los debería pagar, si resultara culpable el cura F., el Obispado de Plasencia por ser el responsable subsidiario. Con ese monto se espera cubrir los efectos posteriores causados por la agresión sexual, que incluyó un ataque de ansiedad.

La cifra es baja porque valora que aquella crisis duró un día, aunque necesitó asistencia sanitaria, según los medios locales. Además la acusación pide una pena de un año de prisión por el delito de agresión sexual, dos años de libertad vigilada e inhabilitación absoluta. También una prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la víctima.

Debido a la apertura del juicio oral este martes, la Diócesis de Plasencia emitió un comunicado en el que lamenta «profundamente el dolor y escándalo que la sola noticia en sí misma produce». Asegura haber adoptado las «pertinentes medidas canónicas en consonancia con las disposiciones y medidas cautelares tomadas por la justicia», y pide el «absoluto respeto a la presunción de inocencia» y «prudencia», aunque asume su «papel de responsable subsidiaria».